Agradecimientos
a todas aquellas personas que dan sentido a lo que comparto en este
blog. A ésas que hacen que los textos que aquí publico sean totalmente
distintos que los que escribiría en un folio y guardaría en el último cajón,
aún siendo los mismos. A ésas que disfrutan con lo que escribo y me lo hacen
saber, o simplemente me leen en silencio. A ésas que me hacen sentir afortunado
por saber que hay alguien ahí fuera escuchando lo que gritan mis palabras. Pero
sobre todo, a ésas que me han hecho sentir. Sentir rabia. Sentir alegría. Sentir amor. Sentir angustia. Sentir frustración. Sentir miedo. Sentir. Porque no hay
nada que dé más sentido a todo lo que escribo, que todo lo que he sentido.
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